Interesante

Mucha carne roja favorece la Aparicion de E. coli

El consumo frecuente de carne roja y leche bovina puede hacer susceptibles a los seres humanos frente a una agresiva toxina de la Escherichia coli. La cepa Shiga de la bacteria Escherichia coli produce una toxina que causa graves infecciones intestinales en los seres humanos.

Para que esta toxina (SubAB) penetre en las células intestinales y provoque su destrucción, es necesaria la presencia en la superficie celular de un receptor que contiene un monosacárido (un azúcar), que no son capaces de sintetizar los seres humanos, y sí otros mamíferos.

¿Cómo ha llegado allí ese azúcar no-humano (Neu5Gc) que hace posible la penetración celular de la toxina SubAB producida por la cepa Shiga de la E. coli, y el consiguiente desarrollo de una grave infección gastrointestinal?

A esta pregunta intenta dar respuesta un trabajo publicado en la revista Nature por investigadores australianos y norteamericanos.

La respuesta está en la dieta: el azúcar específico (Neu5Gc) cuya presencia en el receptor de la membrana celular es necesaria para que se acople la toxina de la cepa Shiga, se encuentra en abundancia en las carnes rojas y en la leche bovina. Los seres humanos lo adquieren cuando comen en abundancia carnes rojas y beben, también en abundancia, leche bovina. De esta forma se incorpora a las células del intestino humano el azúcar para el cual muestra una gran selectividad la toxina bacteriana de la cepa Shiga de la E. coli.

Para completar los potenciales riesgos del consumo excesivo de carne roja y leche bovina, los autores recuerdan que son estos alimentos (los más ricos en dicho azúcar) los que están habitualmente más contaminados con la toxina SubAb.

En conclusión, el consumo habitual de carnes rojas y leche bovina puede sensibilizar a los tejidos de los seres humanos frente a una toxina muy virulenta de una bacteria (la Escherichia coli), que se encuentra esporádicamente contaminando a estos alimentos.

Fuente: Nature

Comer pescado es muy saludable

El pescado se percibe como uno de los productos que más y mejor contribuyen a lograr una alimentación sana y equilibrada. Y, de hecho, 1 de cada 3 consumidores de todo el mundo dice comer más pescado que hace dos años, según un estudio realizado por Nielsen a finales de 2008 sobre más de 28.000 consumidores que utilizan Internet en 51 países.

Como prueba de ello, Lionel Messi, futbolista profesional del Barcelona F.C. y considerado uno de los mejores jugadores de este deporte, sigue una minuciosa y cuidada dieta, que realiza para mejorar su rendimiento y, sobre todo, para evitar las lesiones musculares que le afectaron la temporada pasada, siendo la clave de su alimentación el pescado. Como buen argentino, Messi es amante de los asados, pero debió limitar este tipo de comidas y habituarse a otras como el pescado, que ahora consume regularmente y ha aprendido a apreciar.

Para llevar una alimentación saludable, el 41% de los consumidores opinan que deben comer lo mismo pero en menores cantidades, el 40% cree que lo mejor es evitar algunos tipos de comida, y el 19% restante considera que ya come adecuadamente.

Los consumidores españoles están cerca de las medias europeas: el 45% opina que para comer más saludablemente lo mejor es limitar o dejar de tomar determinados tipos de comida, un 30% que señala que debería comer lo mismo pero en menores cantidades, y el 25% restante cree que ya está comiendo de forma correcta para su salud. De todos modos, un 26% de los españoles participantes en el estudio indica que está confuso por lo que lee, ve y escucha sobre lo que es más positivo para su salud, frente al 47% de media mundial, lo que coloca a los consumidores españoles como los más convencidos de que tienen información correcta sobre el tema

Entre las tendencias más evidentes para seguir una dieta más saludable está el progresivo aumento del consumo de pescado como uno de los productos que más y mejor contribuyen a ello. El 29% de los consumidores mundiales dice comer más pescado que hace dos años, frente a un 16% que dice comer menos, y un 50% opina que comería más pescado si el precio no fuera un factor significativo.

España es de los países que más destaca en esta tendencia:
– El 46% de los españoles declara tomar pescado 1 ó 2 veces semanales;
– el 34% lo hace de 3 a 5 veces;
– y el 2% lo toma prácticamente a diario, 6 o más veces.
– Sólo el 14% de los españoles indica tomarlo menos de 1 vez a la semana,
– y el 5% nunca o casi nunca,
cuando las medias globales muestran que el 29% toma pescado menos de 1 vez a la semana, y otro 14% no lo toma nunca o casi nunca.

Fuentes:
– Financial Food
– La Gaceta

Niños Obesos: mucha tele y muchos snacks

 

La excesiva adiposidad de los niños que ven mucha televisión puede ser debida principalmente a que consumen alimentos muy ricos en energía.

Ésta es la conclusión de una investigación realizada en el Rowen Institute of Nutrition and Health de la Universidad de Aberdeen, Escocia y publicada en la revista The American Journal of Clnical Nutrition en su número del mes de Abril del 2009.

El objetivo ha sido investigar, en 89 niños en edad pre-escolar, si ver mucha televisión se asocia con la cuantía de la grasa corporal, la actividad física y el gasto total de energía.

El gasto total de energía fue medido mediante el método del agua isotópica (ver esquema), el tejido adiposo corporal mediante técnicas radiológicas, y la actividad física con un sensor (acelerómetro).

 

 

Los resultados han sido los siguientes:

– Se demuestra una asociación positiva entre la cantidad de tejido adiposo corporal (adiposidad o tejido graso) y el tiempo en exceso dedicado a ver la televisión. Cada hora extra dedicada a la televisión se asocia con 1 kilogramo extra de grasa corporal.

– También se demuestra, una vez más, que los niños que ven más televisión son menos activos.

– Independientemente de la composición corporal y del sexo, los niños con mayores niveles de actividad física gastan más energía. Sin embargo, la adiposidad de los niños que ven más televisión no es mediada por la actividad física que realizan.

Los autores sugieren como conclusión que en niños en edad pre-escolar, la asociación entre ver mucha televisión y su adiposidad puede ser debida a que estos niños, mientras están sentados ante el televisor, ingieren, como “snacks”, alimentos muy ricos en energía.

Es decir, en el desequilibrio entre gasto de energía y aporte de energía predominaría un aporte excesivo de energía, sobre el insuficiente gasto debido a la escasa actividad física.

Fuente: The American Journal of Clinical Nutrition

 

Calorias y esperanza de vida

Los beneficios de la restricción de calorías en la dieta sobre la esperanza de vida han sido demostrados en diferentes especies de seres vivos desde levaduras, gusanos y moscas hasta ratones. Ahora, investigadores de las universidades de Wisconsin y de Alabama, acaban de publicar en la revista Science los resultados, a largo plazo (20 años), de una dieta con restricción de calorías en monos Macacus Rhesus.

La investigación ha sido realizada en una población de Macacus Rhesus del Parque Nacional para la Investigación de Primates, en Wisconsin, donde fue iniciada en el año 1989. Los monos Macacus Rhesus, cuando viven en cautividad, tienen una esperanza media de vida de unos 27 años y una máxima esperanza de vida de 40 años.

Los 76 animales utilizados eran adultos (entre 7 y 14 años de edad) cuando se inició la investigación. Todos fueron asignados aleatoriamente a dos grupos, para ser alimentados con dos tipos de dieta:
– Una dieta control, basada en su alimentación habitual, y
– una dieta experimental en la que se redujo en un 30% la cantidad de calorías de la dieta control (esta reducción se hizo progresivamente durante 3 meses, con una reducción del 10% en cada mes).

A lo largo de un seguimiento de 20 años, los animales que morían eran sometidos a una exhaustiva necropsia para determinar la causa de la muerte. Se diferenciaron las muertes provocadas por enfermedades relacionadas con el envejecimiento (diabetes, cáncer y enfermedad cardiovascular) con las muertes debidas a procesos agudos, sin relación con el envejecimiento.

De los 76 animales (machos y hembras, casi a partes iguales) incluidos en el estudio, el 37% de los animales del grupo con dieta de control murió de causas relacionadas con el envejecimiento, mientas que sólo el 13% de los animales del grupo alimentado con restricción de calorías falleció por causas relacionadas con la edad.

El análisis estadístico demostró un incremento significativo de la esperanza de vida en los animales alimentados con una dieta con restricción de calorías (la probabilidad de morir a causa de enfermedades relacionadas con el envejecimiento es 3 veces mayor en los animales alimentados sin restricción de calorías).

Según los autores, sus datos indican que una dieta con restricción moderada de calorías, iniciada en la edad adulta, retrasa el comienzo de las enfermedades relacionadas con la edad y promueve la longevidad en las especies de primates.

Dado el obvio paralelismo biológico existente entre los monos y los seres humanos, es posible que estos efectos beneficiosos de la restricción de calorías de la dieta puedan ocurrir también en los humanos.

Fuente: Science, 10 de Julio de 2009